La polémica sobre la anulación del voto

Desde hace un mes ha surgido una ardiente discusión en los programas de debate político sobre un movimiento, que nació dentro de las redes sociales, este movimiento promueve la anulación del voto en las elecciones del 5 de julio. Los argumentos tanto de los promotores como de los detractores de la anulación son válidos y nos llevan a hacer un análisis de la estructura electoral y de los partidos políticos en México, pero lo que es claro es que la ciudadanía esta desencantada de los partidos políticos y considera que sólo trabajan para su beneficio personal y no para el conjunto de la sociedad.
A continuación se presentan los argumentos tanto de los que promueven la anulación del voto y sus razones, como de los que consideran que la anulación no cambiara nada e incluso beneficiara a los partidos que cuentan con un voto duro como el PRI.
El primero es un video de la politóloga Denisse Dresser, les dejo la información para que ustedes juzguen.



A continuación presento la opinión de Epigmenio Ibarra quien está en contra de la anulación del voto.
Podemos concluir al escuchar y leer a ambos analistas que estamos decepcionados de nuestros gobernantes y de los partidos políticos, ninguno trabaja para el bien de la colectividad, sino para ya sea sus propios intereses, los intereses de empresarios (que por supuesto no les va importar el bien colectivo, por ejemplo los bancos que no desean bajar las tasas de interés) o en general los poderes fácticos. La mayoría sentimos que estamos estancados o vamos en un retroceso como sociedad, en lugar de que el proceso de democratización siga avanzando, se criminaliza o minimiza la protesta social, se violan nuestros derechos, vivimos con miedo por la inseguridad desatada por el crimen organizado (narcotráfico), no hay oportunidades por la falta de empleo, o el que hay está mal pagado, en fin estamos molestos con los políticos y su ineficacia, corrupción y falta de compromiso con sus electores.
Por todo esto es comprensible que se quiera anular el voto, aunque como han planteado los que se oponen a la anulación poco o nada resultara de él si la ciudadanía no empieza a movilizarse e informarse más para exigir de nuestros políticos resultados. Como menciona Epigmenio Ibarra, es un movimiento social, la sociedad en movimiento, quien puede demandar más efectivamente y obtener resultados, porque si este movimiento sólo queda otra vez como buenos deseos y termina el 5 de julio, no habrá valido de nada, se necesita forzosamente estar movilizado, para que los políticos sientan la presión de la ciudadanía y empiecen a dar resultados. Además que una ciudadanía alerta y vigilante ayudara a combatir el flagelo de la corrupción.
Dejo esto a su consideración.